viernes, 23 de octubre de 2009

Una Reflexión al Empresariado

Desde hace tiempo tengo la convicción de que los empresarios hemos abandonado el principal activo de nuestras empresas, hemos corrido velozmente en procura de agenciarnos procesos eficientes a fin de obtener reducciones de costos y ampliar los beneficios, para ello nos hemos apoyado en la tecnología, oportunidades del mercado y reducciones de costo, donde incluimos el despido de personal sin valorar la carga que ponemos sobre los hombros de los que nos acompañan en esta voraz labor de incrementar utilidades.

Cuando miramos hacia atrás podemos observar pericos resultados, y luego nos escudamos en los factores internos y exógenos que deambulan por la economía global; no pensamos en que el esquema no es el más adeudado o que hayamos olvidado algunos factores.

No ha servido de mucho todo lo que hemos implementado en procura de un objetivo que se ha alcanzado mínimamente, esto nos debe hacer reflexionar.

Hubo siempre una teoría que fundamentaba el crecimiento de la empresa en función del estado de seguridad e involucramiento del personal, los grandes avances se han logrado en función de la calidad de la gente que ejecuta las acciones productiva, somos nosotros mismos, lo del pensamiento de ayer hemos creado las grandes riquezas, cual es la diferencia, ayer teníamos presente a nuestros empleados y hoy lo vemos como carga de un proceso involutivo.

Leí algo sobre una teoría del pensamiento del Sr. Peter Senge, gurú de la gerencia moderna, donde cita como un factor preponderante de recuperación en tiempo de crisis, la importancia de involucrar el personal en la búsqueda de soluciones.

El Sr. Senge contradice el término altamente utilizado “Recursos Humanos” cuando se refiere a la personal, dice: “Nunca consideré que el término "recursos humanos" fuese correcto. No es muy significativo, dado que las personas no son recursos de la organización, son "la" organización”.

Que hacemos para cambiar el cursos de nuestros colaboradores; en esta ocasión quiero referirme a los de mas bajo nivel en la pirámide, aquellos de bajo nivel educativo, de destrezas empíricas, aquellos que saben y hacen de todo, cuantos de nosotros nos hemos detenidos a proporcionar a estos, nuestros empleado un vía de superación individual, cuando nos hemos planteado incluir en nuestros presupuestos algún capitulo de entrenamiento o muy bien recursos para implementar algunas iniciativas tendente a mejorar sus competencias.

Como parte de esta reflexión, tengo a bien compartir algunas cosas que hacemos en nuestra organización con nuestra gente que conforman esta franja organizativa:

Primer Paso:

• Evaluación de su nivel académico
• Evaluación de su mayor destreza
• Perfil de la posición que ocupa

Segundo Paso:

En nuestro país existen instituciones de formación profesional, con estas hemos llevado a cabo un acuerdo de certificación del personal en las distintas disciplinas laborales.

Los empleados han asumido el compromiso de entrenarse bajo un esquema semi-presencial y auto didáctico para lograr la certificación técnica en la disciplina que desempeñan.

Hemos convenido con una institución de control y prevención de estupefacientes, a fin de completar un ciclo de charlas y talleres para concientizar al empleado sobre el uso y abuso de las drogas y convertirlos en agentes multiplicadores para la prevención de este flagelo.

Estamos consolidando un acuerdo con la secretaria de educación a fin de lograr que todos los empleados completen el ciclo educativo de educación media y puedan lograr la titularidad de Bachiller.

Se han dotado de caligrafías ortográficas a cada uno de nuestros empleados para mejorar su nivel de escritura.

Estas son pequeñas acciones que han de lograr la base para el desarrollo individual de nuestros empleados, la educación ha de ser el baluarte hacia el desarrollo de los pueblos.

Estos son solo muestras de esfuerzo que podemos hacer para tener mejores ciudadanos, que hoy juntamente a la dirección empresarial forjan riquezas y deben ser parte activa al crecimiento de nuestro ente de negocio y de ellos mismos.

Reflexionemos hacia que podemos hacer para lograr mejorar la vida de nuestros empleados y contribuir a su desarrollo.

Por Marius De León.

martes, 20 de octubre de 2009

LA VERGÜENZA AJENA

El pasado domingo, aprovechando las mejores condiciones climatologías que nos ofrece este querido terruño (Sol esplendido, cielo despejado), junto a mi familia me dirigí a la zona este; nos encontramos con unos amigos que paseaban un dominicano de la diáspora de New Jersey.

Una parada obligada era el área de Boca Chica y sus afamados “pecao con frito de batata” es ahí donde inicia nuestra desagradable experiencia, pues las condiciones de higiene en esta zona es abrumadora, la falta de controles sanitarios, la inobservancia por parte de las autoridades de una simple organización de aquellos dominicanos que ofrecen sus productos y servicios con las mas precarias condiciones.

Tenemos que puntualizar que este municipio es una de las imágenes turísticas, de mayor significación del pueblo dominicano, cada dominicano se siente orgulloso de la playa de Boca Chica, al parecer las autoridades de las instituciones que deben preservar este orgullo nacional no se percatan de su responsabilidad.

Cuando me dirijo al área de la playa, oh sorpresa, las cantidad de negocios de expendio de A y B han ocupado toda el área de la playa, son senderos los espacios de circulación, esto es un desastre, debe dar vergüenza a las autoridades las condiciones en que se desenvuelven los pobres dominicanos y algunos turistas que eligen con forma de esparcimiento la zona de Boca Chica.

Cual es el papel de los lideres de este municipio, que opina la secretaria de turismo, el ayuntamiento, los ediles y demás instituciones de la deprimente situación que se vive en esta zona, cual ha sido el papel de estas instituciones en mantener esta área como un orgullo dominicano que se ha convertido en la Vergüenza de cualquier dominicano que osa por visitar esta zona.

Frente a mis familiares y el distinguido visitante no sentí mas que la vergüenza ajena de quienes por mandato del pueblo, otros por responsabilidad institucional deben de preservar esta playa y su entorno en condiciones que nos permitir establecer como un punto de atracción turística la ex-orgullo dominicano “la Playa de Boca Chica”.

Por Marius De León